
Hay algo que todos los negocios comparte, sin importar tu tamaño: los impuestos siempre llegan.
Cada trimestre, en abril, julio, octubre y enero, miles de autónomos y empresarios viven el mismo drama: el susto de Hacienda.
Porque no hay nada peor que tener que pagar un impuesto… sin tener el dinero disponible.
Pero la buena noticia es que esto se puede evitar. Sólo necesitas planificación.
Paso 1: Entiende lo que realmente pagas
El primer paso para no sufrir con los impuestos es conocer tus obligaciones.
Si eres autónomo o pyme, cada trimestre tendrás que liquidar:
- IVA (Modelo 303)
- IRPF o Impuesto de Sociedades (Modelos 130 o 202)
- Y en algunos casos, retenciones (Modelos 111 o/y 115)
Cada uno tiene un porcentaje diferente, pero si haces un seguimiento mensual, verás un patrón claro de cuánto sueles pagar.
Consejo práctico: mira tus declaraciones de los últimos 2-3 trimestres y calcula una media. Esa será tu referencia para lo que viene.
Paso 2: Reserva un porcentaje cada mes
La clave está en no esperar al trimestre.
Reserva una parte de tus ingresos cada mes (aunque sean pequeñas cantidades)
Por ejemplo:
- Si tus impuestos suelen rondar el 20% de lo que facturas, aparta ese porcentaje en una cuenta separada.
- Trata ese dinero como si no existiera. No es tuyo, es de Hacienda.
Así, cuando llegue el trimestre, el dinero ya estará listo y no tendrás que improvisar.
Paso 3: Utiliza tus números como brújula
Revisar tus ingresos y gastos mensualmente te ayudará a ajustar tu previsión.
Si ves que tu facturación sube, aumenta un poco tu reserva.
Si baja, adáptala. La idea es tener control y visibilidad.
Puedes hacerlo de forma muy simple:
Hoja de cálculo mensual con columna de ingresos, gastos e impuestos previstos. O si prefieres automatizar, utiliza herramientas que te facilitarán el cálculo y la planificación.
Paso 4: Cambia el chip
Planificar impuestos no es sólo una cuestión contable, es una decisión estratégica.
Significa que estás pensando como empresario, no solo como pagador.
Y eso te da poder.
Cuando anticipas tus pagos, liberas tu mente, evitas estrés y tomas decisiones financieras desde la tranquilidad, no desde el susto.
Conclusión:
Pagar impuestos no tiene por qué ser un drama.
Con organización y una buena planificación mensual, podrás vivir cada trimestre sin sobresaltos, mantener liquidez y cuidar la salud financiera de tu negocio.
Lola Consulting, tu socia en la gestión de tu Negocio.