
Mirar tus números una vez puede darte una idea. Pero compararlos en el tiempo te da una visión.
Y ahí está el verdadero poder del análisis financiero, no en los datos aislados, sino en su evolución.
Mirar atrás para avanzar mejor
Muchos negocios se enfocan solo en el presente: cuánto he vendido este mes, cuánto he gastado, cuánto me queda.
Pero sin una referencia, esos datos no te dicen si vas bien o mal.
Comparar tus resultados con el mismo mes del año anterior te permite ver tendencias reales.
- Tus ingresos crecen o caen?
- Tus gastos se han disparado sin motivo aparente?
- Tu margen de beneficio mejora o se está reduciendo?
Este análisis, tan simple como poderoso, te ayuda a anticiparte a los problemas antes de que sea tarde.
Ejemplo práctico
Imagina que en octubre de 2024 facturaste 20.000€ y este año 21.500€
A primera vista, parece que vas mejor.
Pero si tus gastos pasaron de 14.000€ a 18.000€, tu beneficio real bajó un 20%
Ingresos mayores no siempre significan mayor rentabilidad.
El análisis comparativo te da el contexto, te permite detectar desviaciones y corregirlas a tiempo.
Cómo aplicar este hábito
- Compara siempre los mismos períodos (mes a mes o trimestre a trimestre)
- Mira evolución de ingresos, gastos y beneficio
- Anota variaciones significativas (+/-10%) y analiza sus causas
- Toma decisiones basadas en esos datos: ajustar precios, revisar proveedores o planificar mejor tus compras.
El análisis comparativo es tu espejo financiero
Te muestra cómo has cambiado y hacia dónde vas. No es mirar atrás para lamentarte, sino para entender y mejorar.
Lola Consulting, tu socia en la gestión de tu Negocio.