
Eres el primero en llegar y el último en irte. Haces de todo: compras, caja, personal, redes sociales… Pero al final del mes, cuando llega la hora de pagarte, el silencio es cómplice. Porque ni siquiera sabes si puedes cobrar!!
Muchos dueños de Restaurante no se pagan.
Y no es por falta de ganas, sino por no tener una estrategia clara para definir su salario sin poner en jaque la operativa.
Hoy te comparto cómo cambiar eso y empezar a pagarte como mereces, sin ahogar tu negocio, ni tu motivación.
El gran error: dejarse para el final
Primero pago a proveedores, luego al Equipo, cubro gastos…. y si sobra algo, me pago.
Ese modelo es inviable. Si tú no estás motivado, tu negocio tampoco.
Tú también eres un recurso clave en la operativa y como tal, debes tener un salario claro, justo y programado.
Entonces, cuánto deberías pagarte?
No hay una fórmula mágica, pero sí, una metodología saludable.
- Define un sueldo base realista: considera tu rol, horas trabajadas y lo que cobrarías si fueras externo.
- Incluye tu salario como un gasto fijo en el presupuesto mensual.
- Analiza tu punto de equilibrio incluyendo ese salario.
- Ajusta según resultados, pero no lo elimines. Si el negocio no puede pagarte, hay un problema de fondo.
Tips para lograrlo sin romper la caja
- Empieza con un sueldo simbólico si es necesario, pero págate algo.
- Si el negocio crece, tu sueldo también debe crecer.
- Separa sueldo de dividendos. Lo primero es por tu trabajo. Lo segundo, por tu inversión.
- Evita la trampa de «sacar de la caja cuando haga falta». Eso solo crea desorden financiero.
Tú también cuentas
Ser dueño no significa sacrificarse hasta la extenuación. Significa liderar con inteligencia y eso incluye cuidar de ti mismo.
Pagarte un salario no es egoísmo. Es gestión responsable.
Lola Consulting, tu socia en la gestión de Restaurantes.