
Pagaste más impuestos de los que debías? Recibiste una sanción inesperada por «un olvido» contable?
Si tienes un Restaurante y sientes que el tema fiscal es una pesadilla, no estás solo/a.
Muchos dueños de Restaurantes viven con el miedo constante a cometer errores que cuestan caro. Pero tranquilo/a, hoy te doy las claves para que tus cuentas estén siempre en orden sin morir de estrés en el intento.
El error más común: Mezclar gastos personales con los del Restaurante.
Parece obvio, verdad? pero muchos lo hacen. Utilizar la cuenta del negocio para pagar la compra del super o un viaje familiar puede ser una bomba fiscal.
- Crea una cuenta bancaria exclusiva para el Restaurante.
- Paga tu salario como el de cualquier empleado o socio.
- Evita el uso de efectivo sin justificar.
Consejo: cada euro mal registrado puede convertirse en una sanción.
Lleva un calendario fiscal (y respétalo)
No saber cuándo toca declarar el IVA o presentar tus modelos de impuestos puede salirte caro. Hacienda no perdona distracciones.
- Anota todas las fechas clave de presentación de impuestos.
- Automatiza recordatorios o utiliza apps para hacerlo.
- Revisa mensualmente tus ingresos y gastos antes de declarar.
Dato real: más del 40% de las sanciones en pequeños negocios son por errores o retrasos en la presentación de los impuestos.
Guarda todos tus tickets y facturas (de verdad)
No solo se trata de tenerlos, sino de organizarlos y digitalizarlos. Perder un ticket clave puede hacerte pagar más impuestos de los necesarios.
Cómo hacerlo bien?
- Escanea o toma foto de cada justificante de gasto.
- Utiliza carpetas digitales por mes o categoría.
- Asegúrate de que estén a nombre del negocio, no del tuyo (a menos que seas autónomo)
TIP: Existen plataformas para automatizar este proceso.
Controla tu caja y tus ingresos reales.
La diferencia entre lo que entra en caja y lo que declaras es uno de los puntos más observados por Hacienda.
- Haz arqueos diarios y cuadres de caja.
- Registra ventas por canal (efectivo, tarjeta, delivery, etc)
- Evita ingresos «en negro» que luego no puedas justificar.
No tener control diario es abrir la puerta a errores… o a inspecciones.
Rodéate de un buen asesor (y entiéndelo todo)
No se trata solo de tener un contable, sino de entender tu propia fiscalidad.
- Pide que te expliquen en lenguaje claro tus declaraciones.
- Haz reuniones trimestrales para revisar tu situación.
- Utiliza informes para tomar decisiones, no solo para «cumplir».
Un asesor/consultor proactivo puede ahorrarte miles de euros al año (y muchas canas)
Fiscalidad sin miedo = Restaurantes más rentables
La gestión fiscal no tiene por qué ser un drama si se hace con orden y estrategia. Tener tus cuentas claras te da paz mental, evita sanciones y te permite crecer con seguridad.
Si necesitas ayuda para llevar al día tus finanzas y tu fiscalidad, Lola Consulting es tu socia en la gestión de tu negocio